miércoles, 21 de noviembre de 2018

No hay besos sin hierbabuena - Libro



Autora: Andrea Espino
Año: 2016
Páginas: 252
Sello editorial: Escarlata juvenil (Escarlata Ediciones)

Tras la lectura conjunta de Un día de invierno nos juntamos a merendar con quienes participaron para charlar del libro, tan contentas quedamos con ese encuentro que surgió la idea desde el grupo para hacer otra LC, así se eligió leer este libro bajo el hashtag #lchierbabuena.

Hierbabuena se enfoca en la historia de Claudia, una joven española, estudiante de derecho en su primer año de universidad, tiene un novio violento y una madre violenta, su padre se marchó cuando era una niña y sus hermanos mayores huyeron a Estados Unidos para alejarse de su madre en cuanto tuvieron la oportunidad.

La situación de Claudia no es la mejor, pero ella ha aprendido a lidiar con la situación sumamente estresante que la rodea, hasta que un día su hermana mayor la manda buscar para que pase unas vacaciones y se reúna con sus hermanos, aunque quizás con segundas intenciones de rescatarla de su madre, como hizo con su otro hermano.

Aquí Claudia abrirá un blog, y ese será el formato del libro, como el de un blog personal que nos va narrando sus vivencias en España, antes de marcharse, y en Estados Unidos, una vez hecha la visita, contándonos sobre los dilemas familiares que conocemos del principio y muchos otros que irán surgiendo, todos encadenados. Para suavizar la historia dramática familiar, se suma también un potencial nuevo amor como no podía faltar en una novela juvenil.

Tuve varios problemas con este libro, si bien no tengo mucho problema en leer libros de diversos géneros este no hubiera sido uno que hubiera elegido por mi cuenta, no lo siento mucho de “mi estilo”, pero así y todo le di su merecida oportunidad ya que venía recomendado por dos de mis queridas laotongs.

El segundo problema que me encontré fueron algunos cambios temporales en medio de la narración de manera brusca, me hacían perder y no terminaba de entender cuando habían sucedido. Otra cosa que puedo tomarla como problema -para mi gusto- en la narración fue el uso de palabras del inglés, entiendo que no debería ser algo que me chocara porque cualquier persona que hable más de un idioma suele mezclar palabras cuando habla, pero no las sentía natural, aunque hubiera un contexto que lo ameritara, las sentía algo forzadas y de ahí mi molestia.

Pero todo esto no fue “lo peor” mi mayor “choque” con este libro fue algo que dentro de todo es “positivo” para la historia. Me explico, este libro está completamente lleno de problemas familiares, desde la violencia, el abandono, entre otros, me hizo identificar con uno puntualmente lo cual me llevó a crear una barrera entre la historia y mi persona, había frases que podía escucharlas salidas de mi vida y estaban ahí, escritas textuales en el libro, ahí supe que nunca me iba a llegar a compenetrar con la historia y que no iba a poder disfrutarlo completamente. Pero ¿por qué esto es “positivo”? porque en ese sentido lo encontré realista.

Es por cosas así que siempre digo que los libros pueden tener “su momento”, algunas historias pueden llegarnos más o menos en ciertos momentos de nuestras vidas y no todos disfrutamos por igual cosas que nos pegan de cerca, más en temas delicados que puede que estemos viviendo en el preciso momento de la lectura como fue mi caso. Considero que no era un libro que yo pudiera disfrutar ahora, en este momento de mi vida.

Igualmente es un libro que tiene una redacción que fluye, quizás por el formato blog o por la habilidad de la escritora, pero fue un libro que se me escurrió entre los dedos en un par de días, con bloqueo emocional y todo, lo llegue a disfrutar como una lectura “lindaprincipalmente gracias al amortiguador que fue la parte romántica de la historia.

Sobre la protagonista deberé decir que no estuve de acuerdo con varias de sus actitudes, y mucho menos con algunas de sus decisiones. Aunque no diré cuales, porque creo que son cosas mías puntuales y tampoco quiero influenciarlos de mala manera, al contrario, se ve un crecimiento en Claudia desde el principio al final de la narración que se agradece, considero que esas “vacaciones” le sirvieron para tomar distancia de sus problemas y le permitieron en gran parte madurar.

Es un libro que se lee muy rápido y al final lo consideré como “lindo”, quienes gusten de las narrativas adolescentes con altos contenidos de romances y dramas familiares realistas lo van a disfrutar.


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