No sé cuántos de ustedes habrán tenido la oportunidad de leer "La tempestad" de Shakespeare, pero a quienes lo hicieron y salieron corriendo del autor les digo en mi humilde opinión, si bien fue su última obra, la que funcionó a modo de despedida, también fue una obra por encargue, y probablemente no fuera de las mejores.
Sin embargo, "La semilla de la bruja" me hizo volverme a replantearme la historia y quizás apreciar algunas cosas que no había tenido en la lectura de La Tempestad, ya que este libro de Margaret Atwood -también por encargue-, es un libro que juega con esa obra de Shakespeare, lo reimagina y lo imprime, no una sino dos veces, contándonos una obra de teatro que sirve de retelling dentro de una obra que cuenta la obra original.
¿Ahora si cuento con su atención?
Permítanme contarles de qué va La semilla de la bruja...
Félix es un importante director y actor de teatro, dirigiendo año tras año un festival de renombre. Este año decide que quiere dedicárselo a su pequeña hija de tres años que falleciera de una enfermedad: la pequeña Miranda era lo único que le quedaba de su matrimonio feliz, que también se vio ensombrecido por la muerte cuando su esposa falleció.
La manera de honrar a su hija fallecida que lleva el nombre de una protagonista de Shakespeare es justamente realizando esa obra, La tempestad. Pero nada sale como lo planea: tiene el cast, está juntando los elementos para recrear la obra, pero la directiva decide echarlo con la traición de quien fuera su representante, quien ahora se quedará con su puesto.
Humillado, sin poder honrar a su hija fallecida y superar su duelo, Felix se arrastra a la oscuridad, se autoexilia de las cámaras, de la atención del mundo del espectáculo, y bajo un seudónimo consigue trabajo en una correccional, donde comienza a dar clases de teatro, año a año representando una obra de Shakespeare… donde finalmente un día, decidirá representar La tempestad.
Creo que hasta ahora sigo haciendo análisis de este libro y comparándolo con el original, que leí hace muchos años, un libro que no me gustó, pero el jugo que le sacó Margaret en La semilla de la bruja es impresionante: traza numerosos paralelismos, se toma el atrevimiento de analizar la obra original por medio de los personajes y darnos sus impresiones, lo importante que realmente fue esta obra, aunque ella misma diga con sus personajes que quizás no sea la mejor, y toca temas relevantes, toca el dolor, la traición, la búsqueda de venganza, y ¿acaso no hay algún rayo de luz entre tanta pena?
Me hizo replantearme toda La tempestad, me hizo incluso apreciarla, me sorprendió enormemente, y realmente me encantó esta reimaginación de La tempestad. ¿Es requisito leer uno para entender el otro? Acá lo dejo bajo su propia percepción, este fue el libro que leímos en #UnañoconMargaret y algunas participantes decían que sí, que era necesario y otras que lo habían entendido sin haberlo leído. Yo creo que entenderse se entiende, ya que se va analizando la obra a medida que se la estudia para actuarla, sin embargo creo que el disfrute puede ser mayor habiendo leído la obra original. Sin dudas, este es un recomendado de la autora, que para haber sido una obra por encargo, se supo lucir (a diferencia de lo que se vio con Penélope y las doce criadas).