Autora: Belén Martínez
Año: 2019
Géneros: Realismo mágico, Young Adult, LGTB
Páginas: 352
Sello editorial: Puck
¿Quién no ha pensado alguna vez en la vida que le gustaría reescribir su historia y cambiar las decisiones que influyeron en el resto de sus vidas y en quienes le rodean? Estoy segura que no soy la única porque Belén Martínez, conocida por Una Sonata de Verano (libro que amé), nos trae esta obra que toca justamente este tema.
Julien es un joven becario que con 28 años trabaja en una editorial, el lugar de sus sueños aunque también cercano a una pesadilla, ya que el trabajo no para de caer en su escritorio. Una noche de Luna de Sangre, se celebra un encuentro de egresados; la única amiga de Julien en este encuentro es Melissa, con quien comparten una gran amistad. Pero en el encuentro no tendrá con quien sentirse cómodo para hablar, y para colmo el ambiente se ve enrarecido cuando Ibai (quien fuera el mejor amigo de la infancia de Julien), aparece ante la mirada atónita de todos: Ibai hace 10 años, en el último año de secundaria, mató a golpes a una persona, y fue a prisión hasta este momento, en el que su rostro se vuelve a encontrar con sus ex compañeros de último año de secundaria.
Ibai tiene un solo deseo, que es reescribir la historia, y Julien despertará de esa pesadilla 10 años en el pasado, frente al inicio de curso del último año de secundaria.
Aquí nuestro protagonista deberá tomar una decisión, de seguir siendo ese chico que pasa como inadvertido por sus compañeros y tener una vida tranquila con su mejor amiga, o salvar a Ibai, a pesar de que por algún motivo se distanciaron hace muchos años. La decisión para Julien parece obvia pero no será fácil, deberá sobreponerse a cosas que creía imposibles para él, como tratar con gente nueva, alzar la voz cuando sea necesario y luchar con uñas y dientes para cambiar la historia.
Hacía meses que tenía este libro en mi biblioteca, sabía que era un libro más oscuro que Sonata de Verano y temía que no me volviera a enamorar de la narrativa de esta autora, en cuanto comenzara a leer. Si, la historia es más oscura pero me volví a quedar encantada por la narración y mi mayor miedo pasó a ser que no pudiera contenerme y terminar el libro en un par de días… spoiler, al final no quería terminar el libro así que estiré los últimos capítulos lo más posible.
En esta historia nos encontramos a un protagonista que crece enormemente, se sobrepone a los imposibles para reencontrar esa vieja amistad perdida, y no solo eso, también conseguirá nuevas amistades, respeto, cambiará no sólo la historia de Ibai, sino también la suya y de quienes le rodean; porque un solo cambio puede cambiar absolutamente todo. Y es apasionante de leer, me encontraba leyendo los capítulos que de tan cortos que son se me escurrían entre los dedos, y me encontraba a mi misma gritando, pataleando, chillando, suspirando y hasta riéndome; son tantas las emociones que se viven con este libro que no podes soltarlo y querés gritarle al mundo entero que lo lea.
Cada personaje que se presenta se involucrará de una manera diferente, hasta los que menos imaginábamos tendrán su cuota de importancia y se verán tocados cual efecto mariposa. Abordando no sólo el tema de Ibai, sino también la discriminación LGTB, el bullying, entre otros que se pueden leer entre líneas.
Oliver se me hizo la viva imagen de Tsukishima de Haikyuu XD
Es un libro que con ese toque de realismo mágico me hace suspirar y desear que esa luna de sangre se presentara en mi vida y me retornara al pasado para cambiar mi vida, claro que con el diario del lunes es mucho más fácil, pero eso no le quita el toque mágico del libro: el saber cómo actuará Julien, cómo cambiarán las cosas para mejor o peor y si conseguirá revertir el futuro de Ibai. Es un libro que no tiene desperdicio y que me encantaría que todos le dieran una oportunidad ya que la autora tiene la habilidad de tocar temas complejos, muy duros, pero de una manera que no nos genera disgusto, sino que nos hace ver la realidad y al mismo tiempo nos contiene con su relato, nos abraza y no nos deja caer en la impotencia, sino en buscar salir adelante.