viernes, 29 de mayo de 2020

Cuando reescribamos la historia - Novela




Autora: Belén Martínez
Año: 2019
Géneros: Realismo mágico, Young Adult, LGTB
Páginas: 352
Sello editorial: Puck


¿Quién no ha pensado alguna vez en la vida que le gustaría reescribir su historia y cambiar las decisiones que influyeron en el resto de sus vidas y en quienes le rodean? Estoy segura que no soy la única porque Belén Martínez, conocida por Una Sonata de Verano (libro que amé), nos trae esta obra que toca justamente este tema.

Julien es un joven becario que con 28 años trabaja en una editorial, el lugar de sus sueños aunque también cercano a una pesadilla, ya que el trabajo no para de caer en su escritorio. Una noche de Luna de Sangre, se celebra un encuentro de egresados; la única amiga de Julien en este encuentro es Melissa, con quien comparten una gran amistad. Pero en el encuentro no tendrá con quien sentirse cómodo para hablar, y para colmo el ambiente se ve enrarecido cuando Ibai (quien fuera el mejor amigo de la infancia de Julien), aparece ante la mirada atónita de todos: Ibai hace 10 años, en el último año de secundaria, mató a golpes a una persona, y fue a prisión hasta este momento, en el que su rostro se vuelve a encontrar con sus ex compañeros de último año de secundaria. 

Ibai tiene un solo deseo, que es reescribir la historia, y Julien despertará de esa pesadilla 10 años en el pasado, frente al inicio de curso del último año de secundaria.



Aquí nuestro protagonista deberá tomar una decisión, de seguir siendo ese chico que pasa como inadvertido por sus compañeros y tener una vida tranquila con su mejor amiga, o salvar a Ibai, a pesar de que por algún motivo se distanciaron hace muchos años. La decisión para Julien parece obvia pero no será fácil, deberá sobreponerse a cosas que creía imposibles para él, como tratar con gente nueva, alzar la voz cuando sea necesario y luchar con uñas y dientes para cambiar la historia. 


Hacía meses que tenía este libro en mi biblioteca, sabía que era un libro más oscuro que Sonata de Verano y temía que no me volviera a enamorar de la narrativa de esta autora, en cuanto comenzara a leer. Si, la historia es más oscura pero me volví a quedar encantada por la narración y mi mayor miedo pasó a ser que no pudiera contenerme y terminar el libro en un par de días… spoiler, al final no quería terminar el libro así que estiré los últimos capítulos lo más posible.

En esta historia nos encontramos a un protagonista que crece enormemente, se sobrepone a los imposibles para reencontrar esa vieja amistad perdida, y no solo eso, también conseguirá nuevas amistades, respeto, cambiará no sólo la historia de Ibai, sino también la suya y de quienes le rodean; porque un solo cambio puede cambiar absolutamente todo. Y es apasionante de leer, me encontraba leyendo los capítulos que de tan cortos que son se me escurrían entre los dedos, y me encontraba a mi misma gritando, pataleando, chillando, suspirando y hasta riéndome; son tantas las emociones que se viven con este libro que no podes soltarlo y querés gritarle al mundo entero que lo lea. 

Cada personaje que se presenta se involucrará de una manera diferente, hasta los que menos imaginábamos tendrán su cuota de importancia y se verán tocados cual efecto mariposa. Abordando no sólo el tema de Ibai, sino también la discriminación LGTB, el bullying, entre otros que se pueden leer entre líneas.

Oliver se me hizo la viva imagen de Tsukishima de Haikyuu XD


Es un libro que con ese toque de realismo mágico me hace suspirar y desear que esa luna de sangre se presentara en mi vida y me retornara al pasado para cambiar mi vida, claro que con el diario del lunes es mucho más fácil, pero eso no le quita el toque mágico del libro: el saber cómo actuará Julien, cómo cambiarán las cosas para mejor o peor y si conseguirá revertir el futuro de Ibai. Es un libro que no tiene desperdicio y que me encantaría que todos le dieran una oportunidad ya que la autora tiene la habilidad de tocar temas complejos, muy duros, pero de una manera que no nos genera disgusto, sino que nos hace ver la realidad y al mismo tiempo nos contiene con su relato, nos abraza y no nos deja caer en la impotencia, sino en buscar salir adelante. 

jueves, 14 de mayo de 2020

Asylum #1


Autora: Madeleine Roux
Género: Horror, Misterio, Young Adult
Año: 2013
Páginas: 313
Sello editorial: V&R Editoras 

Hacía un par de años que tenía curiosidad por esta saga, V&R había sacado unas ediciones hermosas en las que se veían fotografías de lo que sería un asilo, o como se conoce comúnmente un “manicomio” aunque al estar involucrada con la salud mental nunca se me hizo una palabra agradable (completamente despectiva, como decir “un loquero”), en fin, que habían fotografías que a cualquier simpatizante de las historias de terror y sitios abandonados le iba a atraer, y ese fue mi caso.

Por suerte el transcurso de los años y las reseñas leídas de la autora me hicieron cambiar mi perspectiva de la historia; quizás uno se imaginaba otra cosa y no que fuera una historia tan juvenil con adolescentes de secundaria que van a realizar un curso de verano preparatorio de una universidad, y que la residencia en la que se alojan antiguamente era un instituto de salud mental.



Dan Crawford es nuestro protagonista, que tras alojarse allí comienza a tener alucinaciones, sueños extraños, y un ser desconocido comienza a dejarle fotografías y cartas invitandolo a investigar más del lugar, ingresar en la zona prohibida donde se mantiene intacto los consultorios y las habitaciones de reclusión de los peligrosos enfermos que habitaron el hospital.



Así es que se verá enredado junto a sus dos nuevos amigos: Jordan, un muchacho gay algo pedante, y Abby, una joven apasionada por el arte que se convertirá en su interés amoroso, en una serie de eventos desagradables que comienzan a escalar de una forma que nunca se imaginarían…

Quizás el lector si, pero ese es otro tema. 



Elegí esta lectura porque sabía que sería algo “light”, y era algo que precisaba para mechar con las lecturas técnicas de la facultad, algo para descansar el cerebro y entretenerme y debo decirles que cumplió con su función porque incluso me sacó del bloqueo lector en el que estaba metida, así que lo tomaré como unos grandiosos puntos a favor para la autora que escribe de una manera que se logra leer rápidamente en capítulos cortos y junto a las fotografías uno consigue sumergirse en el relato.



Ahora, quienes tengan experiencia dentro del género del terror sea como lectores o espectadores, no le resultará nada novedoso los eventos y cómo transcurre la novela, y no quiero quitarle méritos a la literatura juvenil, ni caer en sus prejuicios porque me estaría atacando a mi misma como lectora de YA, pero ¿vieron cuando todo lo que sucede ya lo vieron en películas que quizás no sean las de mejor calidad? Bueno, eso mismo me sucedió cuando llegué al final, y miré en retrospectiva los últimos eventos del libro, nada se me hizo extraño porque son eventos cliché de películas de terror que tienen como protagonistas a adolescentes desde principios del 2000. 

Ojo, no quiero decir que sea un mal libro, no será el mejor del género pero está muy bien para desconectar de lecturas pesadas, como les dije se lee muy rápido y la narración incluso con todos los cliché que tenga es atrapante. Además rescato que a pesar de ser una saga el libro puede leerse perfectamente como algo autoconclusivo con un final semi abierto. Lo recomendaría principalmente a jóvenes que quieran introducirse en el género o a quienes busquen como yo algo light para pasar el rato.  

jueves, 7 de mayo de 2020

Agnes Grey #UnañoconlasBrontë



Autora: Anne Brontë
Género: Clásico
Año: 1847
Páginas: 245
Formato leído: Kindle

Llegó el segundo libro de Un año con las Brontë: en esta oportunidad conocemos a Anne, la hermana más chica de esta ilustre familia. Anne tiene dos obras reconocidas una de ellas es esta que voy a reseñar el día de hoy, y la que será la última lectura del año, "La inquilina de Wildfell Hall". 

En esta obra al igual que en "Jane Eyre" de su hermana Charlotte, veremos una historia en la que Anne, a través de Agnes Gray, decide narrar su historia, sus peripecias como institutriz y las injusticias que vivió como tal.

Agnes es una joven de 18 años que vive con su familia, una hermana mayor, su padre que es sacerdote, y su madre que proviene de una familia de nobles pero que puso el amor antes que el estatus y el dinero. Criada entre “algodones”, siempre se vio amada y puesto su bienestar por encima de todo, incluso cuando la familia pierde sus ahorros y se ve en la pobreza. Sin embargo Agnes solo quiere ayudar a su amada familia, que la ha criado en valores morales y conocimiento de las artes,y como sabe que tiene las cualidades para trabajar de institutriz, le pide ayuda a su madre para que la posicione con alguna familia de bien.

Sin embargo los dulces ideales de Agnes chocan con un muro al verse en la mansión de una familia de nuevos ricos, engreídos, pedantes, y que decidieron que sus hijos hagan lo que tengan ganas de hacer sin alterar su espíritu. Agnes no tiene permitido ponerles límites y los niños parecen salidos de algún círculo del infierno porque son violentos y hacen lo que les venga en ganas. Esta primera familia si bien podría menoscabar los ideales de Agnes ella no da el brazo a torcer, consiguiendo una segunda familia donde ejercer sus dotes de institutriz.


Si bien la segunda familia no es tan terrible como la primera, tendrá sus momentos de turbulencias y malestares cuando la mimada hija mayor trate de conquistar todo hombre que se le cruce y la menor sea una niña que desea ir contra todo lo que se espera de una señorita, blasfemando y juntándose con los hombres cuando van de caza.

Aunque el libro parezca que trata sobretodo de las penurias de educar niños rebeldes, la historia de Agnes nos da un respiro cuando la autora comienza a desarrollar su imaginación de cómo sería tener un romance, porque lamentablemente Anne falleció a los 29 años de tuberculosis sin tener un gran amor.


En una novela tan corta, y que al comienzo parecía tan monótona, se encuentran muchos temas de discusión y si bien en una primera mirada no se vislumbraba su riqueza, analizando en retrospectiva podemos darnos cuenta de toda la crítica que la autora aprovecha a realizar por medio de esta obra. Se nos habla de la soledad que enfrentan las institutrices al verse trabajando muy lejos de su familia y amistades, en un ambiente extraño, con gente que en muchas ocasiones no la respeta, le saca potestades y encima no le transmite afecto. Agnes siente la falta de empatía una y otra vez, y nos habla de su necesidad de tener una compañía ya sea en los niños que cría, en otro empleado de la casa, en un vecino, o aunque sea en un animal. Hablando de animales es la primera vez que leo en una novela de época (que yo recuerde) sobre el maltrato animal, yendo de la mano (en mi opinión) del tema de los estatus sociales, cómo se valora a los nobles y ricos como castas más altas y los pobres como seres inferiores que se pueden menospreciar; lo mismo sucede con los animales, si no sirve para su función sea correr o cazar se lo trata como un mero ser que está para complacer a estos seres de alta casta, torturándolos por placer. 

No es una novela para todo el mundo, tampoco es una narrativa ágil en la primera mitad, pero igualmente creo que es rica en su temática y da para hablar. Para quienes gusten de las novelas clásicas y quieran darle su debida oportunidad es una buena lectura para mechar con otras, leyéndola a ritmo pausado y saboreandola de apoco. 

"Fotito" de la última reunión de #UnañoconlasBrontë
Esta vez vía Zoom.


PD: notaran que estoy algo inactiva, esto se debe a dos grandes temas: la facultad que tengo que preparar parciales y entregas, y el confinamiento que me ha bloqueado como lectora. Recién ayer pude leer algunas reseñas y hoy sentarme a escribir tras tomarme el día de ayer como “descanso”, porque ya no estaba pudiendo con nada y me estaba empezando a afectar la salud.