Autor: Albert Camus
Año: 1947
Páginas: 243
Sello editorial: Editorial Sudamericana
-Reseña de Mauro-
(Ana no pudo terminar este libro)
(Ana no pudo terminar este libro)
Albert Camus (1913-1960) fue un escritor, dramaturgo
y filósofo argelino-francés, ganador del Nobel de Literatura en 1957 y ligado a
la reflexión sobre “el absurdo”. Nació en Argelia en una familia de colonos
franceses, fue miembro de la resistencia francesa durante la 2° Guerra Mundial
y murió en un accidente de automóvil después de decir que era una estupidez
morir en un accidente así.
“La Peste” nos sitúa en Orán (ciudad del norte de
Argelia), en algún año de la década de 1940, y narra a modo de crónica las
vivencias de los habitantes de la ciudad ante la llegada de una epidemia de
peste negra. El libro empieza algo caótico quizás, presentando a los diversos
personajes, aunque seguirá muy de cerca a Bernard
Rieux (un médico cuya mujer está fuera de la ciudad en un hospital), Jean Tarrou (un veterano amable que
guarda un registro de gente que le parece interesante), Joseph Grand (un empleado público administrativo obsesionado con
escribir un gran libro), Raymond Rambert
(un periodista que llega a la ciudad poco antes de la peste y cuya amada vive
en Francia), y Cottard (un hombre que
intenta suicidarse al comienzo de la novela, pero que se encuentra muy cómodo
con la peste instalada).
Para algunos, el libro puede ser una metáfora de la dominación nazi y la resistencia francesa; para otros, una reflexión sobre como el gobierno limita las libertades de las personas a medida que la situación se agrava, pero también sobre la capacidad de solidaridad humana en una catástrofe.
Imágenes de la película |
Para algunos, el libro puede ser una metáfora de la dominación nazi y la resistencia francesa; para otros, una reflexión sobre como el gobierno limita las libertades de las personas a medida que la situación se agrava, pero también sobre la capacidad de solidaridad humana en una catástrofe.
“Cuando estalla una guerra, las gentes se
dicen: “Esto no puede durar, es demasiado estúpido”. Y sin duda una guerra es
evidentemente demasiado estúpida, pero eso no impide que dure. La estupidez
insiste siempre, uno se daría cuenta de ello si uno no pensara siempre en sí
mismo. Nuestros conciudadanos, a este respecto, eran como todo el mundo;
pensaban en ellos mismos; dicho de otro modo, eran humanidad: no creían en las
plagas. La plaga no está hecha a la medida del hombre, por lo tanto el hombre
se dice que la plaga es irreal, es un mal sueño que tiene que pasar.”
Ante esta situación, donde la muerte deteriora la
ciudad y la vida de los habitantes, el libro plantea las acciones de la gente,
del gobierno, las explicaciones que se buscan, las soluciones que se persiguen
y las vidas que se pierden. Camus pone a todos sus personajes a reflexionar
sobre la vida, su sentido, y la muerte.
Entre los religiosos que buscan darle una explicación moral a la peste y los doctores que buscan salvar gente, la separación y la tragedia van sacando lo mejor (y lo peor, aunque no es tan señalado) de la gente. Y aquí no van a aparecer grandes héroes, ni actos gigantescos de compasión o de salvación, sino más bien hombres comunes, limitados, humanos, que luchan incansablemente contra la peste, mientras el gobierno aplica cada vez más controles y la gente pierde la esperanza.
Entre los religiosos que buscan darle una explicación moral a la peste y los doctores que buscan salvar gente, la separación y la tragedia van sacando lo mejor (y lo peor, aunque no es tan señalado) de la gente. Y aquí no van a aparecer grandes héroes, ni actos gigantescos de compasión o de salvación, sino más bien hombres comunes, limitados, humanos, que luchan incansablemente contra la peste, mientras el gobierno aplica cada vez más controles y la gente pierde la esperanza.
"-…esta es una cosa que un
hombre como usted puede comprender: ¿No es cierto, puesto que el orden del
mundo está regido por la muerte, que acaso es mejor para Dios que no crea uno
en él y que luche con todas sus fuerzas contra la muerte, sin levantar los ojos
al cielo dónde Él está callado?
-Si-, asintió Tarrou, -puedo
comprenderlo. Pero las victorias de usted serán siempre provisionales, eso es
todo.
Rieux pareció ponerse sombrío.
-Siempre, ya lo sé. Pero eso no
es una razón para dejar de luchar."
He leído este libro dos veces en mi vida, y en ambos
momentos me ha llegado con fuerza, por sus personajes, por su prosa y por sus
planteos. La primera me hizo llorar, y la segunda (para el Club de Lectura) me
llenó de cierta convicción, de cierta rebeldía. Es imposible no sentirse de
alguna forma cercano a los habitantes de la ciudad, y uno se encariña con los
personajes que hacen todo lo que pueden en esa situación, peleando contra la
muerte y el absurdo de la peste.
Para aquellos que, como yo, nos sentimos más cercanos al “Existencialismo” (La idea filosófica de que la existencia precede a la esencia, o sea, de que existimos antes de “ser alguien”), esta obra muestra temas que atraviesan a toda la humanidad y sus angustias.
Para aquellos que, como yo, nos sentimos más cercanos al “Existencialismo” (La idea filosófica de que la existencia precede a la esencia, o sea, de que existimos antes de “ser alguien”), esta obra muestra temas que atraviesan a toda la humanidad y sus angustias.
Creo que la novela, a pesar de su tema y muchos de
los planteos, pretende mostrar que hay cosas que si valen la pena en la vida,
una vida donde es absurdo buscar un sentido superior excepto el que uno
consigue en la lucha misma por encontrarse: el amor, la amistad, la felicidad,
la justicia. Una frase, cerca del final, resume para mí la obra entera:
"En el hombre
hay más cosas dignas de admiración que de desprecio"
En resumen, en mi experiencia este libro es un gran
libro. Si, es duro, es complicado de entrarle al principio, y creo que si uno
tiene cierto conocimiento previo del existencialismo como filosofía le saca
algunos temas claros, pero tampoco es un libro inaccesible ni ajeno a la vida
diaria.
Justamente, Camus quiere mostrar como esa “vida
diaria” se quiebra ante la peste (o cualquier gran tragedia), y que ante eso,
ante la tragedia y la muerte, solo queda la lucha por recuperar la dignidad y
la felicidad. Recomendado para todos.
"Todas las
desgracias de los hombres provienen de no hablar claro."
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