Partes anteriores sobre la
filmografía del estudio:
En esta tercera parte del Studio
Ghibli comenzaremos a abordar “el otro Ghibli”, con diseños de personajes que
se apartan del estilo clásico de Miyazaki, esas películas que no comparten
tanto su mundo mágico, sino que se deriva a las historias de vida, pasando por
un mero Slice of life, un gran romance, o por leyendas o situaciones más
históricas.
Para esto iremos al 16 de Abril
de 1988, el mismo día que se estrenara “Mi vecino Totoro” de manos de Miyazaki,
en una cartelera conjunta aparecía esta obra también de Ghibli, emitiéndose en
la sala una detrás de la otra. Un proyecto ambicioso que llevó los recursos a
la mitad (casi provocando la quiebra del estudio), dividió al staff en dos
equipos, bajo los dos grandes directores fundadores del estudio, mientras
Miyazaki traía una historia alegre para toda la familia, Isao Takahata traía
“La tumba de las luciérnagas” basada en la novela de Akiyuki Nosaka (1967),
inspirada en la vida del novelista.
Hotaru no Haka
Corre el año 1945, a unos meses
de la finalizada la Segunda Guerra Mundial. Un adolescente ve como la gente pasa a su alrededor, se encuentra en una estación de trenes, moribundo. Él ve
una cálida luz a la distancia, lo cual lo remite a meses atrás, cuando su
ciudad, Kobe es bombardeada por los americanos.
Allí comienza a relatarse su
historia, él se llama Seita tiene 14 años, y tiene una pequeña hermanita
llamada Setsuko de 5 años, él cuida de ella ya que su padre se encuentra en la
marina y su madre no está con ellos. Tras el bombardeo van en busca de su
madre, la encuentran moribunda en un hospital improvisado en una escuela. Seita
decide juntar sus pertenencias de valor e ir con su tía, la única familiar que
puede albergarlos, pero en un momento de emergencia y de escases su llegada no
es vista con alegría. Su tía obligará a Seita a vender los kimonos de su madre
para poder comprar arroz, una situación que se va volviendo con el tiempo
insostenible para él y su hermanita dada la violencia psicológica que es
ejercida sobre ellos, para más tarde comenzar a pasar hambre siendo ignorados
por su propia familia.
Una película muy cruda, de esas
que te marcan de por vida, que sólo hay que verlas una vez, y después de verla
les recomiendo ver o hacer algo alegre, porque el bajón es muy fuerte. Una dura
crítica a la guerra, transmitiendo lo peor de la misma, y sus huérfanos desamparados,
llegando a ser considerada por la crítica como una de las películas más
relevantes en la historia del cine en la temática de la guerra, al nivel de la
aclamada “La lista de Schindler”. Un
10/10 y una película que no volveré a ver, así mismo como no pienso ver los 2 live
action que surgieron después.
Isao Takahata traería una nueva
película más adelante en 1991, un tranquilo slice of life basado en un manga,
que dista mucho de las crueldades de “La tumba de las luciérnagas”…
Omohide poro poro
Taeko Okajima es una empleada en Tokyo que
siempre vivió en la ciudad, cansada de la rutina, sueña desde pequeña con tener unas vacaciones
en el campo desempeñando tareas en una granja, como tuvieran sus amiguitas de
la primaria. Su sueño se hace realidad cerca de los 30 años, dado que su cuñado
tiene una tía que vive en el campo y le permite a Taeko disfrutar de unas
tranquilas vacaciones.
De esta manera sus recuerdos del quinto grado
comienzan a aflorar y entremezclarse con sus vivencias actuales, ya sea con el
viaje, al conocer a un primo de su cuñado y realizando las tareas diarias.
Recuerdos que representan la transición por la pubertad, abandonando la
infancia y el comienzo de la adolescencia, fácilmente uno se puede identificar
con la protagonista.
El arte es una maravilla, la estética de los
personajes resultan sumamente expresivos a diferencia de la gran mayoría de las
películas, haciendo este topic me pude informar que esto se debía a que las
grabaciones de los diálogos se hacían antes que los dibujos de los fotogramas,
para fomentar su expresividad y la concordancia del movimiento de la boca con
el sonido, demostrando el gran nivel de Takahata. Concluyendo diré que es
película tranquila, con un ritmo un poco lento durante sus dos horas de
duración, pero aun así se deja disfrutar resultando enternecedora, recomendada
para un público adulto, en especial si es femenino porque se sentirán muy
identificadas con algunas cosas puntuales que recuerda la protagonista. Un
8.5/10.
En 1993 le tocaría turno a un nuevo director Tomomi
Mochizuki y a todo un equipo joven del estudio al que se le dio la oportunidad
de producir un film para televisión (el único de Ghibli en este formato), basado
en la novela de Saeko Himuro “Puedo escuchar el mar”.
Umi ga Kikoeru
Nos enfocamos en una pequeña ciudad costera, Taku
Morisaki es un muchacho que estudia y trabaja a medio tiempo. Un día, en medio
de su jornada laboral, Taku es llamado con urgencia por su mejor amigo, el delegado
de la clase, que se encontraba en el consejo escolar, Taku abandona el trabajo
ante la alarma de su amigo Yutaka Matsuno sólo para enterarse que motivo de
alarma era que una hermosa jovencita, de la cual se enamoró a primera vista,
había sido trasladada a su clase.
Trasladada desde Tokyo, Rikako
Muto destaca en todo lo que se puede buscar a esa edad, es hermosa, tiene
buenas notas y aparte es atlética… pero falla en su personalidad: ella decide
no sociabilizar con nadie, por lo que sus compañeros comienzan a considerarla una
engreída. Sin embargo, comenzará a aproximarse a Taku, generando celos de parte
del delegado, envolviéndolo en sus problemas derivados del divorcio de sus
padres, y trastornando su tranquila vida.
Fue una película que pasó por el
estudio sin penas ni glorias, personalmente me cayó muy gruesa la muchacha por
sus caprichos y el querer hacer y deshacer todo a su antojo, a diferencia de
las protagonistas que nos tiene acostumbrados el estudio. El pobre muchacho
deberá escucharla y ayudarla, pero siempre con una personalidad fuerte que
choca con la de la Rikako, generando una guerra sentimental de 1 hora 9
minutos. Si quieren completar la colección de vistos, véanla, pero si no la
quieren ver, tampoco se están perdiendo de mucho, un 6.5/10.
Llegando a 1995 le toca turno a “Susurros
del corazón” película dirigida por Yoshifumi Kondo, guionada por Hayao Miyazaki,
basada en el manga homónimo de Hiiragi Aoi. Fue la primera y última película
dirigida por Kondo, ya que él falleció en 1998 a causa de un aneurisma.
Mimi wo Sumaseba
Suena una canción de fondo: “Country
Roads, Take Me Home” de John Denver, con ella se nos enfoca a la historia de Shizuku
Tsukishima, una jovencita que intenta traducir dicha canción al japonés. Además
de ser una chica que le encanta leer, ella se percata de que todos los libros
que retira de la biblioteca siempre figura un tal “Seiji Amesawa” en las fichas
de retiro.
Un día ella da con un libro que
Amesawa dona a la biblioteca de la secundaria, que le llevará a conocer un
joven que se toma con humor una de las tantas traducciones que hiciera de “Country
roads” para bromear con su amiga Yuko Harada. Transportándonos a una serie de
extrañas coincidencias cuando ella se encuentre con un gato gordo, que
siguiendolo la llevará a conocer una antigua tienda de antigüedades de un señor
llamado Nishi, abuelo del joven bromista, que atesora una estatua de un gato
llamado “El barón Humbert
von Gikkingen”.
La película de 1 hora 50 minutos nos lleva a un
montón de situaciones que se van desenredando conforme avanza la trama, líos
amorosos y discusiones sobre el crecimiento personal de los protagonistas van
de la mano con los planes a futuro, en otras palabras, la adolescencia misma.
La animación es lo que sobresale de la obra, fondos realistas, habitaciones
sobrecargadas, el detalle en cada cuadro parece ser una marca del difunto
director. Sobre el disfrute en sí, se podría considerar que es una película que
intenta transmitir muchas cosas resultando un poco pesada a la trama, sin
embargo no deja de ser una hermosa obra del estudio para ver, un 9/10.
La siguiente película tendría que
englobarse en lo que vimos en los dos anteriores topics, no obstante, no podía
separarla de “Susurros del Corazón”, ya que se trata de un spin off que se
desprende de la misma. Ideada por Miyazaki para un corto comercial que fue
cancelado terminó siendo readaptada para película de larga duración y dirigida
por Hiroyuki Morita, con los guiones de Reiko Yoshida, se estrenaría en cines
en el año 2002 “Haru, en el reino de los gatos” también conocida como “The cat
returns” o su nombre en japonés:
Neko no Ongaeshi
Haru es una chica común, vive con su madre,
se levanta tarde por lo que siempre llega tarde a clases, y está enamorada del
chico más popular de su clase… el cual ya tiene novia. Un día, mientras
regresaba con una amiga a su casa, ve como un hermoso gato azul lleva un
pequeño regalo en su boca, el minino cruza una calle y Haru no puede evitar
correr a salvarlo cuando ve que un camión se aproxima peligrosamente. Haru con
mucho esfuerzo salva al gato, el cual se yergue en dos patas y le agradece
educadamente su rescate, ante la mirada incrédula de la chica.
Para su sorpresa en la noche aparece por su
casa un desfile de gatos, con guardias de seguridad incluidos, el rey de los
gatos se presentará ante ella para ofrecerle su gratitud por haber salvado al
príncipe. Tras numerosos regalos como hierva gatera y ratones, el rey la
invitará a su reino para que luego acepte casarse con el príncipe. Esto la
llevará a buscar ayuda de la oficina de asuntos gatunos, que una extraña voz le
indicará donde queda. Allí conocerá a un gato gordo llamado Muta y a una
estatua que cobra vida, el barón Humbert von Gikkingen (personajes con mucho
potencial que Miyazaki no podía dejar pasar) quienes ayudarán a Haru en su
travesía por el reino de los gatos.
Una
película muy cortita de 1 hora 15 minutos que se pasa volando, la aventura
encantará sin dudas a los amantes de los felinos, pero también podrán ser
apreciados por todo público, por su buena animación que lleva el concepto a los
andares en dos patas tremendamente animados, la torpe pero dulce protagonista,
y sus salvadores que pondrán la cuota de encanto con el barón y humor con Muta,
resultan en un coctel ideal para pasar felizmente el rato, una divertida película que se lleva un
9/10.
La siguiente parte finaliza el
especial de Ghibli.
hay mas peliculas sobre el baron me dejaron con la intriga
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