Espero que estén bien, yo comencé las clases en la Universidad y me pasaron por arriba, suerte que ya tenía esta reseña pronta para traerles.
Hoy retorno con el especial de Satoshi Kon para hablarles de una película que juega con los efectos visuales y la historia del cine japonés: Millennium Actress
Millenium Actress es una serie de películas dentro de una película, un homenaje para la actriz Setsuko Hara, quien fue partícipe del cine japonés desde 1935 a 1962. Pero tranquilos, no es imprescindible saber quién fue esa actriz porque la película se disfruta perfectamente sola.
En esta historia tenemos un entrevistador de televisión que es fanático de la actriz Chiyoko Fujiwara, sin embargo esa actriz hace años que se retiró y ahora vive su vejez recluida en su hogar, en un lugar inhóspito para los curiosos (como hizo la propia Hara al decidir apartarse de las cámaras). Sin embargo, este entrevistador no es solo un fanático, sino que tiene algo para darle, y es por eso que la actriz retirada le concede una entrevista.
El fanático (obviamente xD)
Con esa entrevista se dará paso a la memoria de esta mujer, que iniciara su carrera de niña y se enamorara de un artista, los recuerdos se entremezclan con las películas en que esta mujer actúo, y la propia entrevista, pasando de esta manera por toda una historia visual del cine japonés.
Las entrevistas al mismo tiempo
que se recuerdan las escenas de las películas.
El trabajo de cuadros y paneles es un espectáculo visual, las transiciones son continuas, el entrevistador y el camarógrafo se entremezclan con las escenas de las películas como dos actores más. La técnica trompe-l'œil se torna lo central casi que por encima de la trama y aquí invito a Wikipedia a que explique la técnica:
“es una técnica pictórica que intenta engañar a la vista jugando con el entorno arquitectónico (real o simulado), la perspectiva, el sombreado y otros efectos ópticos de fingimiento, consiguiendo una «realidad intensificada» o «sustitución de la realidad»”
Los juegos en las tomas son alucinantes, los giros de cámara, un caminar que derive en otra escena, no lo puedo explicar con palabras, simplemente hay que verla y disfrutarla. Aunque en Perfect Blue podríamos decir que se da algo de este efecto (particularmente sobre el final), esta película parece casi que una excusa para el juego visual, siendo la marca que les mencioné antes que todas las películas de Satoshi Kon que tienden a algún momento jugar con los planos.
Es una película recomendada que juega con distintas ópticas: la historia de vida de la actriz, un romance perdido, la propia historia del cine japonés que más allá que estemos al tanto o no de esto se disfruta perfectamente, gracias al juego visual en el que nos introduce el genio de Satoshi Kon.
¿Conocían la película? ¿la verían?
Perdón por la sobredosis de Gif, pero esta película lo ameritaba.