Episodios: 24
Emisión: Del 3 de Julio, al 23 de Diciembre del 2011
Productoras: Brains Base,
Mainichi Broadcasting
Géneros: Comedia, Misterio,
Drama, Psicológica
De la mano del creador de Utena, Kunihiko Ikuhara, nos trae la historia
de tres hermanos adolescentes que viven solos es una pequeña casa, la única
chica de esta pequeña familia sufre de una grave enfermedad por la cual se le
ha diagnosticado que no vivirá por mucho más tiempo. Sus hermanos se desviven
por darle las mejores condiciones de vida, aunque no puedan hacer mucho.
Un día para complacerla la llevan al acuario donde ella sufrirá de un colapso
que la llevará a la muerte, ahí es donde aparecen estos extraños pingüinos y su
princesa que alargarán la vida de Himari. A cambio de esto, la princesa
les pedirá a los dos hermanos, Kamba y Shouma que obtengan el “pinguindrum”.
Animación: con colores vivaces, diseño de personaje de los ’90, y “simplista”
de personajes “extras”; la animación destaca por lo diferente, a esto se suman
los diseños surreales que le da el toque Ikuhara.
Personajes: posee una amplia gama de personajes, se cumple con el “para
todos los gustos” (al estilo Utenesco). Te das cuenta de que manera podemos
“encasillar” el personaje sobre el final, unos con personalidades más
retorcidas que otros. Pero les aseguro que alguno de los personajes les va a
encantar.
De lo más destacado del año pasado, supo atrapar desde el mismísimo
comienzo con el recurso de “cliffhangers”, y con su argumento fuera de lo
normal.
La historia tiene un comienzo bizarro con la introducción de los pingüinos en
caja, y la enfermedad de Himari que nos tendrá en vilo hasta el final. Hasta
los últimos 10 capítulos aproximadamente, la serie nos atrapa con cada giro que
da en torno a los personajes. La cuota de humor, las situaciones de tensión y
drama son combinadas de una genial manera. En los últimos capítulos se pasa a
priorizar el drama para llevarnos al desenlace y algunas explicaciones de
eventos anteriores, más nuevas incógnitas que se suman capítulo a capítulo
hasta el mismísimo final.
Pero no todo es rosas para la serie, los usos de cliffhangers llega un momento
que se sienten abusivos, ya no sorprende que vayan a dar un giro en la historia
o que se sume una nueva incógnita ya que es un recurso que se usa desde el primer
capítulo, resultando ser así un poco desgastante. Para algunos pocos espectadores
incluso se vuelven predecibles las respuestas, a su vez no todas las preguntas
que te puedas hacer son contestadas dejándote con la intriga.
Aún así resulta ser un programa muy disfrutable, ya sea por su humor, su
animación, su historia loca que pretende volarte la cabeza; es uno de los
programas que vale la pena ver del año pasado.
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