Autora: Sarah J. Maas
Año: 2016
Páginas: 704
Sello editorial: Planeta
ATENCIÓN: ESTE ES EL
SEGUNDO TOMO DE LA SAGA Y CONTIENE SPOILERS
Tras los acontecimientos del
primer tomo, nos encontramos a una Feyre muy afectada, claramente con estrés post traumático, rememorando una
y otra vez las escenas de Bajo la Montaña que tan fuertemente la afectaron.
Además se encuentra desahuciada, con una gran falta de contención de quienes la rodean ante los cambios físicos
que ahora atraviesa y por los fantasmas que la acechan. Una buena parte del
comienzo del libro vemos como Feyre se va rompiendo una y otra vez frente a la incomprensión de su prometido, y tiene como
única ayuda a una sacerdotisa que tampoco parece apoyarla demasiado.
Esta primera parte me resultó
bastante desgarradora, no pude leerla de un tirón, lo tuve que ir espaciando en
varios días, pero poco a poco fue apareciendo la luz, y todo lo que pensábamos
de ciertos personajes comenzó a cambiar, si ya no lo había hecho antes:
Fuente |
Por un lado tenemos a Tamblin, un personaje que cambio para mal, más
allá de sus instintos de proteger “lo suyo” con una mentalidad de “es mi mujer,
mi propiedad, mi cosa-mascota” (que perfectamente podría cuadrar en la especie
de época que está ambientado el libro), es un personaje que terminé
considerando como tóxico. Quizás
algunos quieran culpar a sus fantasmas, pero claramente lo que termina haciendo
con Feyre denota su falta de comprensión al dejarla morir, no queriendo notar
sus desmejoras físicas y psicológicas. Volviendo una y otra vez con la clásica
frasecita de marido golpeador (aunque aquí no la golpee físicamente sino psicológicamente)
“voy a cambiar, no lo voy a volver a hacer” para más tarde, repetir todo otra
vez y peor. Además frente a este personaje quiero aclarar algo que me molestó
horrores desde el final del primer tomo y es el tomar a Feyre como objeto sexual, sin importar si ella
estuviera bien, y ella cediendo a la mejor manera “él se lo merece”; pues no,
tú también te mereces lo que TÚ quieras y necesites, no eres el objeto
de placer de nadie.
Por otra parte está el personaje
que hace días vengo atomizando en twitter, por teléfono, mensaje de texto, y en
vivo y directo: Rhysand.
Deviantart de Charlie Bowater |
Si, ese que parecía un pícaro
manipulador.
Rhys, es un personaje súper completo –el hombre perfecto a mi gusto -; Es un personaje que me enamoró,
que me conquistó; ¿por qué? Porque sabe comprender: él también tiene sus propios
fantasmas pero sabe dar amor, dar espacio y no al mismo tiempo abandonar,
sino que sabe darle a Feyre la contención que necesita. Juega con ella de una
manera muy sexy sí, pero sabe cómo “jugar” y levantarle los ánimos para que
ella vaya sanando de una herida muy grande, a la cual Tamblin prefirió cerrar
los ojos y hacer de cuenta que no existía.
Rhys a su vez me pareció que era
muy moderno, tanto en su mente y sus ideas como en su propia ciudad que tiene
bailes, paseos de shopping, cafés, todo muy… moderno, mientras todas las demás
cortes y el reino humano parecen estar a siglos de distancia.
Sobre el resto de los personajes
de la corte, me parecieron simplemente maravillosos, como conjugaban entre
todos una gran familia, como congeniaban con Feyre, como le enseñaban y
también, como la contenían; sin dudas “la familia de elección” que tanto
necesitaba.
El avance de la trama me pareció
atrapante: en las pruebas que le ponía Rhys a Feyre para que ella fuera
adaptándose a su nuevo cuerpo, entrenándose para aprender a mejorar sus nuevas
habilidades, como también en todos los eventos que se están generando para
tirarnos a un tercer tomo.
Algo que me pareció excepcional
fue como maneja la tensión sexual entre Rhys y Feyre me pareció… tensionante;
continuamente gritaba “Now Kiss” a la
pantalla del kindle. Las escenas eróticas era como UFFF QUE CALOR, nunca había leído algo por el estilo (evito las
novelas eróticas-románticas porque me parecen en su mayoría tóxicas o una pérdida de tiempo) y me pareció muy
bien llevado como fanservice. Devoré
las páginas del libro pasada la mitad, fue como que saltaba de una oración a la
otra sin control al punto que me llegaron a doler los músculos oculares (hace
un par de años tuve una lesión por cansancio ocular) y tuve que parar e irme a dormir
para descansar la vista. Hacía MUCHO que no me pasaba de leer a esta velocidad
y no les digo de la resaca que me quedó; me enamoré de Rhys, a pesar de todo
lo malo que vive Feyre, uno desea convertirse en Feyre y vivir sólo para estar
al lado de tremendo hombre. Sí, me fanaticé, lo sé, lo comprendo, estuve 3 días
completos monotemática, hablando de lo maravilloso que es este sujeto.
Fuente |
Me pareció muy notable como la
autora manejo un tema que se ve en tantas novelas juveniles y lo da vuelta, que una relación tóxica no sea idealizada, que la
protagonista pueda rechazarlo y dejarse enamorar por otro personaje que de verdad
la comprende y la contiene, que no la
trate como objeto, sino que la trate como a una igual. Lo encuentro muy
destacable, y si, la trama tiene otros componentes que remiten a la historia
fantástica, pero casi que queda en un plano secundario frente a mis ojos que me
cautivaron más para el lado del romance. Sin dudas ya quiero saltar a leer el
tercer tomo apenas me lo presten porque sale un ojo de la cara (ya que hablamos
de ojos) y no me lo puedo costear. Más que recomendado para quienes
gusten de un buen romance acompañado de fantasía.
Amo esta imagen <3 |
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