Todos tenemos algún conocimiento de esta
serie, sabemos que son guerreras luchando contra el mal... la comparamos con
Sakura Card Captors, ya que muchas que se emocionaron con una serie también
disfrutaron con la otra...
Pero, ¿de qué trata en realidad esta serie?
Cuando comencé a leer el manga me sorprendió, esperaba seres malignos sí, pero
no que fueran extraterrestres esos seres.
Publicado
desde 1992 a 1997 de mano de Naoko Takeuchi, Sailor Moon nos trae la historia de una
joven, Usagi, o conocida por la edición de Gleant como Bunny (atentando a mi
capacidad de comprensión lectora, aunque ya les comentaré más adelante sobre
eso), una chica muy despistada, que llega todos los días tarde a clase, una
irresponsable en otras palabras. Un día se le aparece una gatita llamada Luna que
puede hablar y le da una gema que la convertirá en una guerrera, y que su
misión es encontrar a las otras guerreras de su equipo y a la princesa, a la
cual deben de proteger.
Al mismo tiempo un misterioso joven se hace
presente, ella desconoce si es amigo o enemigo, pero en un par de capítulos
descubrirá que ese joven es el “señor del antifaz” el cual siempre tiene la
costumbre de aparecer de la nada a ayudarla a combatir el enemigo de turno.
Los capítulos pasan y nuevas guerreras
aparecen, aunque persistirá la duda de donde estará aquella famosa princesa de
la cual se habla...
Indudablemente esta será Bunny, la
reencarnación de la princesa Serenity del reino del milenio de Plata, el cual
posee su castillo en la parte brillante de la luna. Y nuestro querido Armando
(si, le decían así en la traducción), a.k.a. “el señor del antifaz” es la
reencarnación de Endimon, el príncipe de la tierra, ambos con su trágica
historia de amor que acarrean del pasado, y que los vuelve a juntar en el
presente de esta historia llamada Sailor Moon.
Imagen sacada del primer tomo, hay más escenas así.
Tras la presentación de personajes, y el
planteo del fabuloso pasado en común que poseen entre todos, la historia nos
llevará a un enfrentamiento constante con seres del espacio y otras dimensiones
espacio-temporal, que buscan hacerse del poder del Reino de Plata, el cual se
alberga en un cristal bajo la protección de la guerrera Luna.
La serie en si me resultó por momentos
atrapante ya que plantea a diferencia de muchos shojos de este tipo, una
relación amorosa desde el inicio, tal vez por tratarse de adolescentes (incluso
Armando en una parte de la serie ingresa a la Universidad); además que presenta
momentos muy dramáticos que hacen emocionar al lector. Aunque por otra parte da
la cuota de inmadurez que presenta este tipo de series viejas.
Algo que le critiqué cuando iba por la mitad
de la serie, era como en cierta parte de la historia se marcaba mucho la diferencia entre los protagonistas (los
príncipes) y los personajes secundarios (las guerreras), parecían ser meramente
débiles accesorios a la hora de luchar, luego sobre el último arco se las vuelve a
traer al primer plano y realmente se nota la diferencia. Claro, se supone que la guerrero Luna es la más fuerte de todas, pero por momentos resultaba algo molesto la diferencia de poderes.
Otro punto a marcar es como se hace pesado el
enfrentamiento constante contra las guerreras, hasta que uno no se ve envuelto
en el enfrentamiento de turno lo puede encontrar pesado, así que recomendaría
no hacer una maratón con este manga, leerlo dedicándole su debido tiempo para
que no termine resultado ser aburrido.
Las batallas son cuestionables, la mangaka no
se hace entender en la mayoría de las peleas, terminan de un momento a otro sin
entender que les pasó a las chicas, o mismo de qué manera se estaban
enfrentando antes de terminar en el suelo. Y algo que no ayudo fue la
traducción, Gleant hizo un muy mal trabajo traduciendo esta serie, tradujo los
nombres (pasando a usar nombres como “Carola” o “Patricia”), algunos los
diálogos resultaban incoherentes, o cambio de dialogo de quien en realidad
hablaba, por no mencionar el cambio de dirección del texto pasando a leerse al
estilo occidental.
Es otro el orden...
Aún así, con todos estos inconvenientes, la
serie es un clásico por lo que hay que leerla, para quien no tuvo contacto con
la serie de anime ni el manga, le recomiendo que haga como yo hice, por la
cantidad de episodios y el relleno que el anime tiene, diríjase directamente al
manga (que además de no tener relleno tengo entendido que el anime es más infantil).
Visualmente la serie va evolucionando con el
tiempo, no es lo mismo ver los dibujos del inicio de la serie comparándolo con
los tomos finales, así que les resultaran mejores los diseños del final, además
de que esto ayudara a que se comprendan un poco más las batallas. Encontrarán mucha variedad de guerreras que se irán sumando a medida que avanza la historia, a esto
agregarle que efectivamente tiene un cierre a diferencia de otros mangas, y
que la cuota romántica desde el inicio va a entusiasmar a más de un
enamoradizo perdido. Una agradable serie, a la cual tenemos que esperar
bien informados para su próxima adaptación al anime que se emitirá el año que
viene.
Personalmente, no me llama mucho la atención, a pesar de la fama del manga, aunque ni idea por qué (puede ser lo que comentás de los combates malos)
ResponderEliminarPor otro lado, esos nombres traducidos, que HDPs