viernes, 25 de noviembre de 2022

Hasta luego~

Buenas, hace mucho que no me paso por acá, la verdad que no quería dejar este blog de un momento a otro sin por lo menos avisar qué era de mi vida. Me pasaba cuando leía blogs de otras personas, que pasaban meses, volvían, y listo, pero algunos nunca regresaban y me preguntaba ¿le habrá pasado algo? ¿o simplemente dejó de publicar?

No quería hacer lo mismo, pero les diré que las ganas de leer se esfumaron de un momento a otro, me cansé del mundo competitivo de las redes sociales, las luchas con las editoriales, el leer como si fuera una competencia para luego tener likes en fotos y la incógnita de si alguien me leía por aquí. Sé que muchos leen y no comentan, pero la falta de feedback, el no saber si alguien está ahí, del otro lado, leyéndome, siempre me hace flaquear, dejándome con el pensamiento de si esto importa al final del día.

Hace unos meses decidí apartarme del mundo de los libros, por tiempo indefinido, no les voy a mentir, fue como una especie de quiebre en mi vida, darme cuenta que pasaban dos o tres meses y no conseguía leer encontrándome en una especie de pozo. Me dolió enormemente notar como me costaba leer un solo párrafo, una oración, y ni les cuento la cuesta arriba que fue eso para la facultad, el no conseguir estudiar apropiadamente para preparar los parciales y ver cómo iba cayendo mi escolaridad.

Actualmente estoy en un impasse, no sé si volveré a publicar reseñas de libros, mis ganas de leer un poco han progresado (lo noto con el club de lectura que dirijo ya que me he venido obligando a leer), pero lo que se dice “volver” no han regresado. Mucho menos volver al blog.


Sigo mirando anime, eso creo que es lo único que no ha cambiado, dentro de mi pozo emocional encontré Stray Kids, una banda de K-POP que se ha vuelto mi adicción, mi zona segura, de confort, mi nuevo refugio, hasta me enamoré de uno de los chicos (Bang Chan), nunca creí que un día sería kpoper, y acá estoy, en medio de una crisis emocional gastando fortunas que no tengo en merchandising de Bang Chan. Es lo único que me reconforta al final del día, y lo que me anima a seguir, espero que con el apoyo de su música, con el afecto que nos brindan en cada programa, cada live, cada mensaje, consiga sobrevivir al final de esta carrera universitaria que es lo que me tiene terriblemente mal y sumamente agotada, y que me ha quebrado cada aspecto de mi vida.

Y quizás, algún día, mi amor por los libros retorne… ¿y el blog? quién sabe.

Si alguien anda por allí y leyó hasta aquí, saludos lector, espero que hayas disfrutado de tu estadía por este humilde blog que supo vivir unos 10 años.

¿Es una despedida? No lo sé, pero al menos les diré “hasta luego”.

Gracias por leerme.