Autora: Claudia Piñeiro
Género: Narrativa contemporánea
Año de publicación: 2007
Páginas: 176
Sello editorial: Debolsillo (Penguin Random House)
Este libro fue elegido en el club bajo la consiga “el mes de las lágrimas” del @clubdelecturaUY, y yo me pregunto: ¿Dónde están mis lágrimas? ¿Dónde está ese libro que se suponía que me tenía que conmover con su historia? Todavía lo estoy buscando, porque este libro debió estar bajo la consigna “el mes de la indignación”, ya que lo único que me dejó fue el enojo, la rabia.
Les cuento la historia, que la pude apreciar desde la clínica (para quienes no sepan, tengo formación en psicología orientada a la neuropsicología): tenemos a la protagonista, Elena, que padece Parkinson, una enfermedad que tiene varios niveles que van avanzando desde un deterioro en las facultades motrices, hasta que finalmente deriva en la demencia afectando al sujeto a nivel cognitivo (así como un alzheimer avanzado deriva en el parkinson). Elena está peleando contra la enfermedad, haciendo ejercicios de memoria para retener información importante, lo cual puede ser un poco desgastante al lector, ya que mucha información se repite una y otra vez.
El gran problema de Elena es que, si bien apenas tiene 60 y pocos años, ya se encuentra muy deteriorada, y quien la ayudaba en todo, su hija Rita, aparece muerta en el campanario de la Iglesia local donde trabajaba.
El relato del libro transcurre en un día, y nos va contando en capítulos intercalados entre que Elena intenta llegar a la casa de una tal Isabel para que la pueda ayudar a descubrir quién mató a su hija, con capítulos del pasado donde vemos la relación que mantenían Rita y Elena.
Aquí es cuando comencé a sentir mis primeros enojos, ya que nos encontramos frente a una relación sumamente tóxica entre madre e hija, donde Elena maltrataba a su hija, y Rita, cuando parece que tuvo la edad suficiente para “pelear”, comenzó a increpar a su madre, teniendo así discusiones eternas, donde nunca estaban de acuerdo y veían quién lastimaba más a quién.
Si bien la narración es interesante por los temas que va tocando, va indignando una y otra vez al lector, ya que se llega a sentir la impotencia y la rabia frente algunos personajes por lo difícil que es ser mujer cuando no podemos tomar decisiones sobre nuestro cuerpo, además de la falta de empatía. Cabe decir que es un libro que toma posición frente al papel de la mujer como “madre”, preguntándose si es posible ser mujer sin ser madre, y si esta es la única misión en la vida que tienen las mujeres, por lo que también va a jugar con nuestras convicciones en lo que leamos.
Es una obra que habla de las injusticias, de la enfermedad, de la impotencia, de las relaciones tóxicas, muy bien construido en su trama. Ahora, no es un libro conmovedor que busque emocionarnos hasta las lágrimas, sino que se siente como un libro que nos pide a gritos que sintamos empatía por el otro, que sepamos meternos en sus zapatos y aprender a ver desde otra perspectiva, que no creamos que “sabemos todo” sino que aprendamos a escuchar al otro. ¿Lo recomiendo? Si, pero vayan mentalizados de que no va a ser un libro que nos deje una sensación cálida, sino que nos vamos a encontrar más con un libro de denuncia social.
¡Hola! Pues a pesar de que he visto varias reseñas positivas de esta novela, la verdad es que la premisa no termina de llamarme la atención, así que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola, linda. No sé por qué piré que ya habías subido esta reseña, supongo que por Goodreads jajaja
ResponderEliminarEn fin, ya sabés lo que pienso, así que no voy repetirme, pero fue interesante volver a leer tu opinión ahora, con más distancia desde su lectura.
Un besote!
Hola, no conocía el libro, y a pesar de algunos puntos negativos, se me hace hasta cierto punto interesante, lo que no me gusta es eso de que algunos datos se repiten porque, estoy totalmente de acuerdo, ese tipo de cosas llegan a ser muy tediosas para el lector, puede que le de una oportunidad, pero más adelante, saludos desde kiwybooks!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarPocos libros hablan de la empatía. Y es cierto que este tipo de historias se prestan a ofrecernos una historia conmovedora y que, además, busque visibilizar las relaciones tóxicas y enfermedades mentales. ¿Pero la empatía? Es muy raro verlo.
¡Gracias por la reseña!
Un abrazo ^^
¡Hola!
ResponderEliminarPues voy a pasar de largo. La verdad es que lo que cuentas de la relación tóxica entre madre e hija me tira bastante para atrás y el tema de que a causa de los ejercicios de repetición el lector se termine cansando también. No conocía tu blog pero me quedo por aquí.
¡Un beso!
¡Hola Ana!
ResponderEliminarLa verdad es que vengo escuchando muchas maravillas de este libro, salvo por tu reseña que me dio tremendo golpe de realidad y pensé: yo sabía que algo tenía esta novela jajaja.
Tengo pendiente a Claudia, no sé que libro de ella voy a leer primero, tengo dudas y vi la edición tan linda de "Catedrales" que probablemente empiece por ahí.
¡Un abrazo y un beso!
Me gusta leer de injusticias ❤
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que a veces creemos que un libro nos va a transmitir un tipo de sentimiento y al final acabamos sintiendo otros. No conocía esta novela, y en principio parece interesante, aunque no estoy segura de estar preparada para leer una relación tóxica entre madre e hija.
Un beso ^^.