lunes, 13 de agosto de 2018

Cementerio Norte - Libro



Autor: Rodolfo Santullo
Páginas: 119
Año: 2009
Sello editorial: Estuario Editora

Si pensamos en Montevideo hoy en día, se trata de una ciudad con mucho movimiento, la gente siempre está con diversas actividades, se puede salir a tomar un café, ir a charlas, ir al cine, agotar funciones para el ballet dos meses antes, entre otras; pero aun así, hay algo que arrastramos de otras épocas y es el “Montevideo gris”: la gente opaca, sin gracia, amarga incluso, como un veneno destilado, que si bien no es tan potente sigue ahí presente marcando una “sensación térmica” de otras épocas. Santullo nos transporta a ese Montevideo que se siente gris, al del 2007, hace sólo 11 años atrás (tampoco tanto), pero que aun así lo sentimos tan distinto a lo que es hoy en día: en ese año la gente todavía estaba levantando la cabeza tras la dura crisis que nos golpeó en el 2002, donde los oficiales de policía cumplían con unas rutinas demenciales para tener un sueldo digno bajo los doble turnos y encima el 222 (pronunciado “Dos-veintidós”).

Para quienes no conocen el “222”, ya sea porque no son de Uruguay o porque no eran conscientes de su existencia (hoy en día sigue existiendo pero muy modificado, con un régimen que nada se parece a lo que solía ser), era un servicio que ofrecía la Policía donde se podían contratar a los oficiales para realizar guardias privadas a contra turnos. Los policías hacían esta… demencia… en la que terminaban trabajando igual unas 20 horas por día a veces sin pisar sus hogares, durmiendo en la seccional o en el propio 222, porque es humanamente imposible aguantar un ritmo así.   

Hete aquí que, en esta novela negra (lectura en el marco #Clubdelectura.uy en el mes de Novela Negra nacional), se nos introduce a 3 oficiales de la policía contratados por la municipalidad para vigilar el Cementerio Norte y, si es posible, detectar a los ladrones que hurtan el bronce de las tumbas y panteones del lugar.

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Machado, Vázquez y Moriz serán los protagonistas de este servicio, policías en su momento muy mal pagados y con muchas penurias en sus vidas que se irán trayendo a tema en los momentos más inesperados, mientras les toca trabajar en el antiguo cementerio de un barrio “complicado” como ellos mismos describen, junto a un viejo calandraca que trabaja como sereno nocturno y vive allí.

El principio de la novela se me hizo terriblemente lento; si me leen de antes sabrán que detesto las descripciones extensas, y el comienzo es sumamente descriptivo y con un poco de diálogo, pero justamente el poco diálogo que ofrecían estos tres oficiales y el viejo Sartori cautivaba con una chispa, que me enganchaba para seguir leyendo. Poco a poco la descripción dejó paso a los problemas diarios que vivían los protagonistas, y se le sumó algo de misterio en las recorridas nocturnas del cementerio, por su descripción: un lugar tétrico y abandonado a su suerte prácticamente, con vestigios de tiempos mejores de la mano de la decadencia económica y la burocracia uruguaya.

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Al ser un libro tan cortito y que transcurre en los meses que dura el servicio, el libro se centra en sus personajes, además del contexto en el que se encuentran son personajes parcos, algo maltratados por la vida, y por la situación económica que es un tema recurrente en la trama de la obra. Machado lleva la batuta como protagonista principal, aunque si bien sentimos que la narración pasa por su lado pasa a ser un personaje más, escondiéndose atrás de sus libros “difíciles”, mientras huye de sus problemas familiares y personales con la excusa del 222; pero su realidad choca por lejos con quienes le rodean, él no tiene problemas económicos como el resto de sus compañeros de caseta. Quien le roba parte de protagonismo es el más jovencito de los cuatro, Felipe Moriz (al único que el narrador diferencia de nombre y no tanto por apellido, ya que los policías suelen llamarse por el apellido), que está desesperado económicamente y no tiene la gran cultura literaria que Machado parece ostentar frente a sus colegas; sin embargo, Felipe pondrá la pasión, casi que ingenua, por el trabajo que se le ha marcado, él quiere encontrar a los ladrones de bronce, pero sus compañeros simplemente querrán cumplir con el horario, porque la vida ya los curtió lo suficiente para entender que no todo es como debería ser.

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Fue un interesante acercamiento al autor al que tanto había escuchado hablar en el #clubdelectura.uy (al punto de transformarse en un debe personal), y si bien me resultó un poco tedioso el comienzo del libro, al final me encantó y puedo recomendárselo a quienes gusten de las novelas negras o de obras centradas en la realidad de nuestro país, con su idiosincrasia, y personajes que podemos encontrar en cualquier lugar de trabajo.

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