Autora: Helen Velando
Año: 2015
Páginas: 192
Sello Editorial: loqueleo
(Santillana)
Helen Velando es una de las
grandes autoras infantiles-juveniles del Uruguay, que conquistó corazones desde
hace muchos años marcando varias generaciones, como bien hizo Roy Berocay e
Ignacio Martinez, tres pesos pesados de nuestro país.
Helen me cautivó con sus
misterios, pero también con su gran prosa; así fue que ahora de grande llegué a
este libro, que tanta curiosidad me dio desde que vi la tapa y su interesante
sinopsis que anunciaba “un gran misterio” e historias de “amor y desamor”.
El libro se ubica en un mundo
fantástico, muy diferente a nuestra realidad, y mientras nos relata de estas
tierras tan distantes va desplegando un abanico de personajes, en numerosos
saltos temporales, que participan en distintos eventos para que nosotros
vayamos armando el puzle, mientras conocemos a sus protagonistas (que curiosamente son todos adultos). Sin
embargo no se asusten cuando digo que hay muchos personajes, porque les dedica
un capítulo a cada uno profundizando en sus características y sus historias
personales, todos tan diferentes que es difícil llegar a confundirlos o
perderse.
“Habían pasado casi
treinta años desde ese día y ahora Hilario Vendavales había regresado a la Isla
de los Vientos, después de diez años, a pesar de haberse jurado no regresar
jamás.” Pág. 18
Así vamos profundizando en los
pobladores de la Isla de los Vientos Prohibidos, que no siempre se llamó así,
sino que más bien sucedió algo curioso: desde hace 10 años comenzaron a soplar,
cada 5 años, estos extraños vientos que traían consigo las más extraordinarias
e hilarantes consecuencias.
Hermosas ilustraciones que adornan los comienzos
de capítulos de manos de Lucía Franco
De hecho el libro juega mucho tanto con el humor como con la seriedad que algunas situaciones requieren. Tiene una gran calidad narrativa para tomarse con humor alguna situación tornándola desopilante para robarnos una sonrisa, a pasar a tocar un tema delicado y darnos una lección en el proceso.
Esto, y que a medida que vamos desenmarañando la madeja se vuelve apasionante, se acompaña con una trama fantástica que solo es plus y más plus: llegar a visualizar a los niños atados con cuerdas a la cintura de la maestra para que no se les vuelen, o que las enfermedades psicológicas son curadas por el doctor del pueblo con tisanas ¡y funcionan! (quien pudiera). A esto se le suma el poder de los nombres: “Brisa” “Ventisca” “Vaivenes” funcionan como rótulos para quienes llevan esos nombres, o quizás más bien como algo que designa su forma de ser.
“El doctor Vermejo dijo a los preocupados padres que su hija era muy sana, aunque creía que por los síntomas padecía de un raro caso de alergia al abandono.” Pág. 47
Fue una hermosa lectura para tiempos difíciles en mi vida, un bálsamo a la hora de la noche o la mañana temprano, cuando le dedicaba 30 minutos, o una hora, lo que fuera necesario para avanzar un poquitín más, porque es cortito, atrapante; y si, no importa la edad con este libro, no importa si es para un niño, un adolescente o un adulto, todos van a disfrutar de este maravilloso pueblo, ya que lo que importa de este libro es su espíritu de fantasía, misterios y romances, y como los personajes alcanzan sus sueños imposibles. Si lo ven en la librería, no pierdan la oportunidad de leerlo.
PD: Ya que andan en la librería, si ven el libro de “La Trapecista solitaria” de Helen, llévenselo en combo, porque en “La Isla de los vientos prohibidos” van a encontrar referencias a ese libro, y en el de “La Trapecista” también van a encontrar referencias a este por lo que me contó Sofi, y pueden leer la reseña de este otro libro en su blog. ¡No puedo esperar para leerlo pronto! ¡Y así conectar los guiños entre ambas historias!
Muchas gracias a Santillana por darme la oportunidad de re encontrarme con esta autora.
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