Autor: Stieg Larsson
Año: 2005
Sello editorial: Destino
(Editorial Planeta)
Páginas: 665
Probablemente cuando piensen en
“Novela negra” con lo primero que lo relacionarán será con Suecia; si les soy
sincera he leído poco del género: leí la saga sueca de Victoria Bergman y hacía
un buen tiempo que quería adentrarme en Millennium, la cual es famosa por la
adaptación estadounidense bajo el título “The Girl with the Dragon Tattoo”.
Esta saga fue escrita por Stieg Larsson
(periodista en su momento), y tuvo un gran éxito con la publicación de este
libro; los dos siguientes fueron publicados post mortem (el autor falleció de
un ataque cardíaco, y si leen cómo fue en Wikipedia podrán informase de su
trasfondo que lo llevó a tener una vida muy insalubre).
En el primer tomo nos conduce por
una larga introducción en la cual nos mostrará los distintos personajes que
conformarán la historia:
En un primer capítulo tenemos a
dos señores mayores que mantienen una misteriosa conversación telefónica: uno
de ellos es Henrik Vanger un magnate que recibe como regalo de cumpleaños un
cuadro que enmarca a una flor; pero desconoce el remitente, del otro lado de la
línea quien escucha es un detective retirado, que nunca ha logrado encontrar
las respuestas para este misterio.
Al siguiente capítulo se nos
transporta a otro lugar donde conoceremos a quien será el protagonista del
libro, un periodista llamado Mikael Blomkvist (con muchas
similitudes a su creador), quien fue engañado en medio de una investigación que
realizara al mangate industrial Hans-Erik Wennertröm; este industrial lo llevó
a juicio por calumnias y ganó, provocando que Mikael no sólo tenga que pasar
unos meses en prisión y pagar una multa, sino que también perdiera toda credibilidad
periodística de la cual siempre se había enorgullecido.
La tercera protagonista de esta
historia, la cual irá cobrando relevancia a medida que nos adentremos en la trama,
será “la chica con el tattoo de dragón”, Lisbeth Salander. Ella presenta una
imagen punk, llena de piercings y ropa de cuero, es flacucha, y con su
comportamiento inquisitivo y a la vez huraño es tildada de freak. Lisbeth no
crea lazos con nadie, no sabe cómo relacionarse con los demás, su único hobbie
se ha convertido en su trabajo el cual es investigar y sacar los secretos a la
luz de todo aquél que tenga en la mira, ella tiene sus métodos, pero también
tiene una triste vida, llena de desolación.
“Si había alguna
mierda oculta que desenterrar, ella iba derecha al objetivo como si fuera un
misil de crucero programado.” Pág. 48
Durante las primeras 150 páginas
nos encontraremos que el libro es muy cuesta arriba, sentiremos que la
introducción es extremadamente larga, que parece que no pasa nada porque el
caso todavía no es planteado, pero nos permite conocer las esencias de los
protagonistas profundizando en sus maneras de ser y pensar. Acompañando a esto,
tenemos algo curioso y son los cambios de velocidad dentro del relato, los
cuales representan a las formas de ser de los protagonistas: cuando se nos
narra la historia desde el punto de vista de Mikael es como a un ritmo
tranquilo, casi que decaído, como se encuentra él en este momento. Pero cuando
el relato cobra la voz de Lisbeth, el ritmo se dispara y se vuelve vertiginoso
como la personalidad implacable de la otra protagonista.
Por suerte cuando finalmente
termina este enorme preámbulo tendremos como hilo conductor el caso que tanto
preocupa a Hernik Vanger. El viejo magnate decidirá contratar al periodista
caído en desgracia para que investigue a toda su familia, todos los posibles
sospechosos que pudieran haber matado a su adorada sobrina Harriet, la única
persona que le regalaba una flor en cada cumpleaños. Pero el mayor problema que
se presenta es la antigüedad del caso, que fue hace 40 años, por lo que Mikael
tendrá una gran labor por delante revisando toda la información reunida en
busca de alguna pista que no fuera encontrada antes. Y no solo eso, también
otra dificultad y es la numerosidad de la familia Vanger, que nos tendrá a
nosotros haciendo árboles genealógicos para poder recordar quién era quién.
Si, hice un árbol genealógico y encontré uno en la página 205,
igualmente el que me hice me sirvió mientras tanto xD
El título del libro hace
referencia al caso en cuestión y a distintos sucesos que acontecen en el correr
del relato, todo el libro irá demostrando distintos momentos de violencia hacia
las mujeres, incluso el texto está dividido en 4 partes que sirven de división
temporal, y al pie de cada página que sirve de división, encontraremos datos
estadísticos de Suecia:
“En Suecia el noventa
y dos por ciento de las mujeres que han sufrido abusos sexuales en la última
agresión no lo han denunciado a la policía.” Pág. 511
Esta cita puntualmente fue una de
las cosas que se hablaron en la reunión del club de lectura, y una de sus
coordinadoras, Joanna, acotó información sobre cómo es la sociedad del país
sueco: se trata de una sociedad individualista, donde da para pensar en cómo
termina afectando a las mujeres los casos de abuso y como ellas no tienen una
mentalidad que les permita pensar que son víctimas, sino que con una cierta
distancia de la situación deciden no denunciar a la policía.
Creo que es ese tipo de libros
que desde la ficción intenta señalar a la realidad, y remover dentro de la
mugre las partes más feas de la sociedad que lo rodea. Siendo un periodista que se dedicó a denunciar
cosas que la sociedad decidió taparse los ojos para no ver e ignorar, en este
libro Larsson nos lleva a cuestionarnos el accionar de los personajes, y a
nosotros como extranjeros, darnos el doble trabajo de observar y ponernos en
las zapatillas de mentalidad colectiva muy distante a la nuestra. Es un libro que quizás no tenga la tapa más atractiva y que además cuesta comenzar, pero que resulta muy interesante para quien quiera abordar
la clásica historia con el investigador decadente, con un misterio que parece
no tener vuelta y un planteo de personajes que ha marcado tendencia y que nos
dejan con ganas de continuar leyendo la saga para ver su evolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario