Autor: Patrick Ness
Páginas: 208
Sello editorial: Nube de Tinta
(Penguin Random House)
Año: 2011
Quizás hayan escuchado este
título ya que hay una adaptación a película que hasta hace poco estaba en
cartelera en los cines. Este libro fue originalmente una idea de la autora
británica Siobhan Dowd, ella era una activista por los derechos de los niños y
publicó algunas obras buscando concientizar sobre distintas temáticas como la
discriminación racial. Siobhan murió en el 2007, a causa de cáncer de mama,
pero había comenzado una nueva obra: tenía la temática, los personajes y un
comienzo, pero la enfermedad se la llevó antes de que pudiera terminar su obra.
Patrick Ness vino después, de la
editorial le propusieron la idea de terminar la obra que comenzara Siobhan, del
cual él había leído sus “extraordinarios libros” pág. 11 (como comenta en las
notas de los autores). Pero decidió no continuar la obra, ni emular su estilo,
sino que tomó sus personajes y su concepto para desde allí partir con su propia
escritura.
Es allí que nos encontramos con
Conor O’Malley.
Conor tiene 13 años, pero no
tiene la típica vida del inicio de la adolescencia: él es un niño, él es un
niño con una vida muy difícil para su edad. Sus padres están separados, su
padre vive en Estados Unidos con una nueva familia, y su madre… tiene cáncer.
Conor vive solo con su madre,
tiene que actuar como un adulto a pesar de que su madre intente llevar una vida
normal sin éxito, por muchas sonrisas que intente regalarle a su hijo ya que la
quimio la tiene débil. Su cabeza sin cabellera es un recordatorio constantemente
doloroso para Conor, de que la enfermedad está ahí, que no se va, y que cada
vez la tiene peor.
“-¿Te ayudo? - Le
preguntó Conor desde la cama.
-No, cariño – dijo
ella con voz muy débil -. A esta altura ya me he acostumbrado.
Eso era lo malo.
Conor también se había acostumbrado.” Pág. 40
Pero lo malo no termina allí. No
es solo la enfermedad de su madre y el actuar como adulto que lo trae mal. Sino
que no tiene paz ni en el colegio por culpa de la que era su mejor amiga, Lily,
le contó a todos sobre la enfermedad, por lo que nadie lo trata ahora, como si
él tuviese la enfermedad… o peor, que lo traten como un “pobrecito niño”, como
si se fuera a quebrar como un débil cristal al mínimo aliento. Ni los
profesores le exigen que traiga los deberes, ni le hacen preguntas, es como si
fuera invisible para el mundo… menos para Harry, el más popular de la clase, el
chico que saca buenas notas y es bueno en deportes, él se esfuerza en estar ahí
para Conor, haciéndole bullying.
“Tampoco entonces
Conor parpadeó. No se movió. Se limitó a mirar a Harry a los ojos, a la espera
de que llegara el golpe.” Pág. 78
Todo esto es una terrible carga
para un simple niño que desea ser uno más, que lo castiguen, que le hablen, que
vuelva a tener amigos y llevarse bien con todo el mundo, que tenga una familia
normal y no temer lo peor. Así es que se manifiesta toda esta carga en una
cruel pesadilla. Una pesadilla que no lo deja en paz y que todas las noches se
hace presente sin falta, donde él llora, grita, y pierde.
Pero esa pesadilla no es el
monstruo que viene a verlo, eso es algo aparte… como si no tuviera suficiente
ya.
El monstruo es un “Tejo” (¿y qué
demonios es un tejo? Se preguntarán), es un árbol, específicamente es el árbol
que se ve desde la casa de Conor y que está en el cementerio, pero Conor no le
tiene miedo, él ha visto cosas peores, él vive cosas peores, y por alguna razón
no le inspira temor. El árbol es antiguo, y está allí para darle una lección,
para contarle 3 historias, a las cuales Conor deberá aprender sobre ellas y
deberá devolverle el favor con una 4ta historia.
“-No tienes miedo,
¿eh?
- No – dijo Conor-.
Por lo menos no de ti.
El monstruo
entrecerró los ojos.
Ya lo tendrás –
dijo-. Antes del final.” Pág. 19
Sí, es un libro muy amargo como
se imaginarán, a mí personalmente me costó las primeras 50 páginas lograr
acoplarme a la historia, lograr meterme en el ambiente tan oscuro que rodea al protagonista,
quien está cargado de una gran angustia y desesperación, y que todo se
manifiesta con una gran ira. Conor no se doblega ni ante sus abusones, él se
mantiene firme ante todo, y siempre está deseando que lo reconozcan, no por “el
pobrecito niño” sino que por lo que era, y lo que desea seguir siendo: un chico
normal, uno más del grupo, alguien por quien no hay que preocuparse ni tenerle
lástima.
La narrativa de Ness ayuda mucho,
aunque cueste ingresar a la historia por lo cruenta que resulta, tiene una
buena fluidez, que si bien choca un poco al comienzo por las descripciones del
lugar y las sensaciones, nos va metiendo en ambiente y jugando con los
elementos que tiene, uno pasa a sentir en determinado momento que está viendo
una película (y yo no vi la adaptación cinematográfica), y nos vamos amoldando
al estilo de Ness dejándonos llevar y permitiéndonos realmente estar allí,
observando lo que Conor está viendo, y lo que hay a su alrededor. El libro es y
se siente siempre oscuro, ya que muchas partes transcurren por la noche, pero
también tiene sus momentos no alegres, pero si socarrones, cargados de ironía,
y con unas ingeniosas explosiones de ira.
Sobre el final, no les quiero
spoilear y los dejaré con la intriga, lo que si diré que se te humedecen los
ojos, y que son sólo 200 páginas y con un interlineado grande que lo leen en
nada, yo lo leí en dos días para procesarlo, para darle su merecido espacio. Es
uno de esos libros que te mueven por dentro, que viene cargado de muchas
emociones fuertes, que realmente es un “leelo”, que vale la pena darle su
debida oportunidad y no decir “solamente es un libro para niños”, es mucho más
que eso, es un libro de aprendizaje y de autosuperación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario