Episodios: 12
Emisión:
del 13 de Enero al 31 de Marzo del 2014
Productora:
Arms
Género:
Sobrenatural
Se
nos transporta a un Tokyo en el 2018, en esta realidad encontramos que humanos
y Udo (usuarios de hechicería), conviven aunque no de la mejor manera. Los humanos
que discriminan a los Udo temerosos de sus poderes (dado que algunos abusan de
ellos), han creado un sistema de leyes que atañe únicamente a los hechiceros,
dando lugar así a una corte mágica controlada por humanos.
Lo
que uno podría decir que dado los prejuicios y las restricciones que tienen los
Udo (como prohibirles tener cargos políticos o policiales), es que se trata de una
suerte de juicio que rememora a la inquisición... pero llevado al futuro y con
un poco más de libertad para estos seres.
Bajo
este contexto, surgen los burós de hechiceros abogados que se abren paso entre
la discriminación para defender a sus iguales en dichos juicios. Y aquí es
donde aparece nuestra protagonista llamada Cecil, una muchachita prodigio, que
con tan solo 16 años se ha recibido de abogada.
Cecil
desde el primer día se mete en aprietos, y al mismo tiempo va haciéndose de
experiencia para un día llegar a investigar el caso que llevó a su madre al
corredor de la muerte.
Lo
que tenemos aquí es una serie que en su inicio es muy prometedora, con una
tremenda animación, colores vibrantes, y un argumento que se sale de lo
convencional, nos va llevando por distintos juicios por usos indebidos de magia
que casualmente siempre se verá envuelta nuestra protagonista. Ya fuere porque
justo pasaba por ahí cuando el crimen se dio, o porque una fuerza mayor la
estaría involucrando, dado que esta señorita parece ser muy especial.
Acá
es donde la serie toma su nota de color, va dejando ese aspecto de “Boston
Legal” para ser algo con pura acción, más enredo, más involucrado a la joven y
su historia personal. En el proceso se va tornando algo densa, ya de por si no
es muy entretenida mientras que se va volviendo algo predecible y la calidad de
animación va bajando capítulo a capítulo.
Ya
en los últimos capítulos se entra a resolver todo, aunque en el capítulo 11 nos
dan ganas de tirar al diablo la serie dado la pésima animación que se nos
presenta, aún no logro descifrar si fueron recortes en el presupuesto muy
horrendos y mal pensados, o si fue censura con planos detestables. Para que se
entienda mejor: las escenas más violentas al comienzo del capítulo se veían
planos congelados de paredes, ni siquiera personajes moviendo la boca o tapándose
la cabeza evitando disparos, mostraban paredes; sobre el final del episodio hay
una escena puntualmente importante que alterna 3 imágenes que carecen
totalmente de lógica; Por no mencionar la sobredosis de cuadros repetidos. En
fin, un capítulo tan malo que no podía creer que estaba viendo.
El
final en si por suerte queda cerrado, igualmente no es una serie que
recomiende, si, tiene acción, si, tiene una premisa distinta a lo visto, pero
no llega a entretener, entra a aburrir con cada capítulo que pasa, mientras va
cayendo en picada en la animación. Su director y creador Yasuomi Umetsu
(creador y director también de Galilei Donna) vuelve a decepcionar con su
segunda obra original. Un no recomendado de mi parte, bastante decepcionante.
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