Gingitsune - Anime

Episodios: 12

Emisión: Del 7 de Octubre, al 23 de Diciembre del 2013

Productora: Diomedea

Géneros: Slice of Life, Sobrenatural, Seinen

Nos ubicamos en un pequeño templo Inari, en él habitan un sacerdote muy amable y algo despistado y su hija con iguales características. Ella, llamada Makoto Saeki, es una chica super positiva que siempre trata de ayudar a la gente aunque sea en cosas mínimas. Cuando ella tenía 5 años falleció su madre, adquiriendo así una habilidad especial que pasa de generación en generación dentro de los herederos del templo, que es la posibilidad de ver a los espíritus mensajeros de los dioses.

El espíritu mensajero del templo es un zorro de cientos de años apodado Gin, pero que parece estar dentro de una mediana edad, él se la pasa durmiendo aunque tiene la capacidad de la adivinación y veremos como ayuda a Makoto en distintas situaciones durante los primeros episodios, en tanto que ella va haciéndose de un par de amigas muy diferentes entre sí, que la acompañaran en su día a día durante el resto de la serie.  

En esta primera instancia la serie recuerda mucho a Natsume Yuujinchou, en el tema de jóvenes que ven espíritus y sobre brindar ayuda (aunque aquí se ayuda más que nada a los humanos). También se asemejan en la carga emocional que acompaña cada capítulo llevando a las lágrimas al espectador, ya no de tristeza, sino también de felicidad por las difíciles situaciones presentadas ya resueltas.

Pero a este templo se les suma un heredero de otro templo Inori, Satoru Kamio, con muchos problemas, traumas, lo que lo hace ser muy cerrado en sí mismo, y con él vendrá una pequeña zorra exigente y ruidosa, haciendo que la esencia inicial de la serie cambie dando paso a una nueva perspectiva. También aquí nos encontraremos con un cambio de ritmo, que puede costar adaptarse.

La serie pasa a enfocarse mucho más en las vidas de los herederos y los zorros, y como van evolucionando y creciendo como personas, ahí nos damos cuenta que los capítulos de ayuda servían en realidad de pie para originar nuevos vínculos para Makoto, además de permitirnos conocer a Gin; para luego de ir desarrollando todos los personajes, y profundizando en su relacionamiento entre sí.

La animación es muy colorida y alegre como los mensajes que se intenta transmitir en cada capítulo, aunque el diseño de personajes podría haber sido más elaborado.

Ya sobre los últimos capítulos no encontraremos un final cerrado, sino uno abierto, dando ganas de seguir profundizando en los personajes y sus historias. Pero aún así nos deja un buen gusto, dado que la serie en su totalidad resulta ser un slice of life cálido y cargado de emociones, ideal para un público seguidor del estilo que se deje conmover hasta las lágrimas con el día a día de estos personajes.