Episodios: 26
Emisión: Del 23 de Octubre del
2005, al 19 de Junio del 2006
Productora: Artland
Géneros: Aventura, Misterio,
Fantasía, Sobrenatural, Seinen.
La serie desde el propio inicio se presenta
con un ritmo especial, tenemos a Ginko, un “trotamundos”, que irá de pueblo en
pueblo, investigando los extraños sucesos que se dan en cada lugar. Los sucesos
pueden ir desde un fenómeno climático, algo meramente sobrenatural, o a una
presunta enfermedad sin respuesta lógica.
Su profesión es llamada “mushishi” dado que
investiga los “mushi”, seres vivos que se encuentran en el mundo, que no son ni
animales ni plantas, están en un espectro aparte de lo que las personas
normales pueden llegar a percibir. Es así que solo unas pocas personas los consiguen
ver, siendo estos, los mushi, los causantes de todos esos fenómenos con
orígenes aparentemente desconocidos que afectan a los pueblerinos. De este modo
Ginko intentará resolver los casos que los atañen con tal de preservar un
equilibrio en la naturaleza, y de devolver a la gente afectada a la normalidad.
Supongo que se preguntarán a que se debe lo
de “ritmo especial” que mencionaba al inicio, la serie no es para todo el
mundo, ya sea por su temática, o también, y acá es la parte “delicada”, el
ritmo lento con el cual se muestra. Desde el OP tenemos un ritmo sumamente
tranquilo, en concordancia con la esencia de la serie, el pasaje de Ginko, el
silencio de los pequeños pueblos y ambientes que visita, así como la escasa
banda sonora utilizada a la hora de acompañar momentos importantes, dan nota de
lo calma que es la serie. Esto puede que logre repeler a algún espectador, pero
a otros pueda que lo consiga absorber con el relato de la historia, y la voz rasposa
de Ginko.
Dando la sensación que se nos está contando
un cuento pasaremos por muchos capítulos autoconclusivos, en medio de los
cuales iremos aprendiendo acerca de estás extrañas criaturas, y por supuesto
sobre nuestro protagonista y su modo de trabajar. Lo que si se desconoce (que
resulta curioso) es en qué momento temporal se ubica la serie, ya que no se ven
tecnologías modernas, y lo único que denota un cambio son las ropas
occidentales únicamente vistas en nuestro protagonista, mientras que todos los
demás conservan ropajes tradicionales.
Otro aspecto curioso en la animación son los
colores pasteles y opacos, que solo se ven afectados cuando se ve claramente
algún mushi, con colores más intensos y coloridos. Además del diseño de
personajes que resultan todos genéricamente iguales, tan solo unos pocos se
puede apreciar diferencias notorias, dada la importancia en la trama de estos.
Redondeando, la serie posee un final abierto,
así como cada capítulo es autoconclusivo no se ve un cierre en la historia
general, más que apreciar que Ginko continuará con su continuo viaje por Japón.
Para quien le atraiga el argumento, es una serie muy recomendada que sabrán si
es de su gusto con tan solo probar un episodio; por cierto, les recomiendo ver
de a pocos capítulos, no es una serie para devorar en un solo día, aunque
resulte atrapante, puede que se encuentren cada tanto algún episodio más denso
que les haga detenerse. Pero más allá de eso, es una joyita que les recomiendo
que agenden en su lista para ver en algún momento.
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