Autores: Val Emmich, Steven Levenson, Benj Pasek, Justin Paul
Género: Musical, Ficción Juvenil
Año: 2018
Páginas: 296 (edición Kindle)
Sello editorial: Destino (Planeta)
Es difícil hablar sobre algunos temas que vemos representados en libros, en especial los cuales vivimos, o vivimos de cerca. En los casos de salud mental nos da para cuestionarnos si la enfermedad está bien representada, si entendemos a los personajes, pero más que nada nos lleva a cuestionarnos más de cerca la trama de la historia; a mi me pasó eso con la adaptación de este musical al formato novela (y antes que nada, no, no vi el musical, y después de leer el libro no tengo ganas de hacerlo).
¿Quién es Evan Hansen? Evan será nuestro protagonista, nuestro principal narrador de esta historia, un chico que sufre de depresión, de padres separados y que vive con una madre prácticamente ausente porque trabaja y estudia todo el día, depende de la medicación para bajar la ansiedad y la depresión que su cerebro genera constantemente. No tiene amigos, no destaca en la secundaria, y parece que luchara por pasar por desapercibido. Su terapeuta le manda tareas que consisten en escribirse cartas:
“Querido Evan Hansen:
Hoy será un gran día y te diré porqué…”
Rezan todas sus cartas dirigidas a sí mismo en orden de animarse, de ver lo positivo de la vida, aunque no suelen tener el efecto deseado, al punto que un día decide desahogarse por medio de esas cartas. Lo que no esperaba era que el chico malo de la secundaria se robara esa carta donde manifiesta su angustia, que también sufriera de depresión y que ese mismo día se suicidara, haciendo que sus padres pensaran que esa carta, era una carta de suicidio dirigida hacia “su amigo” Evan Hansen.
Tras este punto Evan tiene dos opciones, decir la verdad o inventarse una amistad con el fallecido, Connor. La ansiedad le juega una mala pasada a la hora de confesar y la animosidad de los padres de Connor hacen que derive en la segunda opción. Creándose así una gran red de mentiras que llevarán a Evan tanto a sentirse bien llenando un vacío de su vida con una amistad falsa, finalmente encajando en una familia y acercándose a la chica que le gusta, tanto como a sentir un tsunami de culpa que lo carcomerá continuamente.
Foto del musical |
Quiero que les quede algo claro: yo sólo sabía que era un libro que hablaba de un personaje con depresión, creía que se trataría de una trama que nos llevara a ver un crecimiento, a un personaje superando la enfermedad; y no que terminara encontrando una trama caótica y enturbiada por mentiras y más mentiras que sostienen a las primeras mentiras, mientras el protagonista en lugar de salir adelante parece que cavara su propia tumba.
Por motivos personales me costó mucho atravesar el principio, el primer 50% lo leí casi que a cuenta gotas, y si bien es un libro que es corto, tarde una semana en leerlo porque me costó arrancarlo y después porque se me hizo caótica la red de mentiras que comienza a entretejer, sintiendo su ansiedad constante, sus miedos, y al mismo tiempo pensar que es tanto bueno como malo lo que está haciendo; era como cruzar un torbellino de palabras. Ya sobre la mitad del libro sentí que podía avanzar a grandes pasos, lo trágico y el caos deja lugar a lo turbio, aunque más allá de estar de acuerdo o no con las decisiones de Evan la lectura se me hizo más llevadera. Por suerte el final es bastante coherente y creíble ante todo lo que se nos relata en la trama.
Foto del musical |
No sé si es un libro que recomendaría, quizás si le haría una advertencia para todos aquellos que pensaban leerlo para que no se lleven una sorpresa indeseada. No es un libro de superación, no es un libro alegre, es un libro sufrido, angustioso, y solo conseguís llevarte una mano hacia la frente y decir “Evan ¿cómo te metiste en todo esto?”. Si la enfermedad de la depresión está bien representada (tanto por mis vivencias como por mi formación académica), les digo que si: Evan y Connor son dos caras distintas de una misma problemática que afecta a un gran porcentaje de la población. Si deja una moraleja que creo que es no quedarse callado, no aislarse, no mentir para sentirte bien o hacer sentir bien a otros, y saber pedir ayuda; porque un mal paso dado solo puede empeorar todo.